Me acuesto, cierro los ojos y pienso, no paro de pensar un solo instante. Me pregunto todos los días de mi vida si hay tortura mas grande que la de la inseguridad propia, si este sufrimiento tiene un punto final, si algún día voy a lograr querer sin pretender. Vivo con el miedo a perder y por eso no disfruto lo que todavía tengo, me encierro en delirios que se arman como historias, como si estuviese esperando que todo eso suceda.
Estoy encerrada en una personalidad que no quiero tener.
Estoy encerrada en una personalidad que no quiero tener.
No hay comentarios:
Publicar un comentario