La felicidad sólo es real cuando se comparte
Ayer fue mi entrega de diplomas, finalmente soy egresada de la secundaria.
Me siento triste, es una etapa que cierra para siempre, algo queda atras y fueron trece años los que marcaron mi vida, los que la marcan para siempre. Uno nunca se termina de ir de un lugar, parte de mi se queda en el Don Bosco, la primaria que me regalo a mis mejores amigas, a compañeros de vida y la secundaria que me hizo feliz, Flor, Rodri, Fede, Juli, Maxi, Chamas, Bere, agradezco haberlos conocido, hoy terminando un ciclo, puedo decir que no me arrepiento de haber repetido, si tuve que pasar por eso para conocerlos, para pasar otros tres años en mi escuela querida, valió la pena. Cierro los ojos y se me viene todo el año entero en la cabeza, el último primer día, la decisión de la empresa, la decoración del aula, las camperas, Bariloche, la fiesta, las salidas, las fiestas de egresados, la nuestra, la cena y el último día. Los conocí riendo, llorando, enojados, contentos, en pedo, enamorados, peleados, dormidos, insoportables, electricos, felices, plenos, convivi con ese grupo y apesar de todo, de mis enojos y broncas, se que no podria haber elegido otro grupo, ese era el mio y lo volveria a elegir. Hoy es el comienzo de algo nuevo y el recuerdo de ustedes, queda para siempre en mi alma, los llevo conmigo promoción I, te llevo conmigo Nuestra Señora de la Merced.








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